El corrido es una de las expresiones de mayor alcance del espíritu artístico del pueblo de México.
El género alcanza su plenitud hacia 1870, y con la Revolución logra su verdadera independencia y sentido épico. Los corridos pueden tener carácter épico, lírico o narrativo y son parte integral de la vida del pueblo y de sus expresiones. Registran todos los elementos de interés colectivo: episodios históricos, héroes y caudillos; bandoleros; toreros; hechos sobrenaturales y terroríficos; crímenes, persecuciones y raptos; accidentes, desastres y tragedias pasionales.
CORRIDO DE LA MUERTE DE ZAPATA
Autor: Armando Liszt Arzubide Cantan: Hermanos Záizar
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Musicalización de Guitarra Escuchen señores, oigan el
corrido de un triste acontecimiento: pues en Chinameca ha muerto a
mansalva Zapata, el gran insurrecto. Abril de 1919 en la memoria quedará
del campesino, como una mancha en la historia. Campanas de Villa Ayala ¿por qué
tocan tan dolientes? es que ya murió Zapata y era Zapata un
valiente. El gran Emiliano que amaba a los
pobres, quiso darles libertad. Por eso los hombres de todos los
pueblos con él fueron a luchar. De Cuautla hasta
Amecameca, Matamoros y el Ajusco, con los pelones del viejo don
Porfirio se dio gusto. Trinitaria de los campos de las
vegas de Morelos, si preguntan por Zapata di que ya se fue a los
cielos. Don Pablo González le ordena a
Guajardo que le finja un rendimiento, y al ver a Zapata disparan sus
armas al llegar al campamento. A la orilla de un camino corté una
blanca azucena, a la tumba de Zapata la llevé como una ofrenda. Señores ya me despido que no tengan
novedad. Cual héroe murió Zapata por dar tierra y libertad.
Fuentes:
Historia Ilustrada de la Música Popular
Mexicana. Disco de Promexa. Album I Disco 2. Lado A. "El Corrido y
la Crónica Popular". Mundo Musical Peerless. Ignacio López Tarso. Corridos de la
Revolución. 2 en 1. Sony Music. 1999. Gilberto Vélez. Corridos Mexicanos. Editores Mexicanos Unidos. 3a.
edición, Octubre 1990. México, p. 160-163. Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana
Tomo IV Por Valentín López González, Instituto Nacional de
Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, México, 1991, p. 677-678.
Daniel Moreno. Batallas de la Revolución y sus Corridos. Editorial
Porrúa. Colección Sepan Cuantos... No. 334. México. 1978. p.
157-159. Los
Mejores Corridos. Colección México y su Música. Warner Music Mexico.
México, 2004. Tres CDs. CD3 Pista 5.Versión de los hermanos Záizar. Francisco Juliao (Coord.). Zapata Vivo.
Corridos y Poesía Coral. Esta edición se hizo con motivo del Primer
Encuentro In Xochitl in Cuicatl (Flor y Canto) Zapata Vivo, realizado en el
estado de Morelos en el año de 1976. Editores: Centro Cultural Mascarones
de Cuernavaca y la Universidad Autónoma de Morelos. Cuernavaca, Morelos,
México, 1976. 120pp. Cantares
del Pueblo. Épica y Lírica del Corrido.Selecciones del Reader´s
Digest. México, 1986, p. 245-247. Lola Elizabeth Boyd. Emiliano Zapata en las Letras y el Folklore Mexicano.
Ediciones José Porrúa Turanzas, S.A. Madrid, España. Se terminó de
imprimir el 15 de enero de 1979. p. 143-147. Tomado de Vicente T. Mendoza. Romance y Corrido.
Ediciones de la Universidad Nacional Autónoma de México. México, 1939.
pp. 690-695. También en Vicente T. Mendoza. El corrido de la Revolución
Mexicana. Biblioteca del Instituto Nacional de Estudios Históricos de
la Revolución Mexicana. México, 1956. pp. 81-85 Armando de Maria y Campos La Revolución Mexicana a Través de los Corridos
Populares. Tomo I. México, 1962. p. 273-275. Biblioteca del
Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. Nota: Las versiones de Armando de Maria
y Campos y de Gilberto Vélez tienen 36 estrofas, mientras que la versión del
disco sólo tiene nueve. Dado que la versión del disco y las de los libros
son diferentes, a continuación transcribo la versión del libro de Armando de
Maria y Campos, la cual es interpretada por Ignacio López Tarso.
Autor: Armando Liszt Arzubide Canta: Ignacio
López Tarso
Escuchen señores, oigan el corrido
de un triste acontecimiento: pues en Chinameca fue muerto a
mansalva Zapata, el gran insurrecto. Abril de mil novecientos diecinueve, en la
memoria quedarás del campesino, como una mancha en la historia. Campanas de Villa Ayala ¿Por qué tocan tan
doliente? -- Es que ya murió Zapata y era Zapata un valiente. El buen Emiliano que amaba a los pobres quiso
darles libertad; por eso los indios de todos los pueblos con él fueron
a luchar. De Cuautla hasta Amecameca, Matamoros y el
Ajusco, con los pelones del viejo don Porfirio se dio gusto. Trinitaria de los campos de las vegas de
Morelos, si preguntan por Zapata di que ya se fue a los cielos. Le dijo Zapata a don Pancho Madero cuando ya era
gobernante: -- Si no das las tierras, verás a los indios de nuevo
entrar al combate. Se enfrentó al señor Madero, contra Huerta y a
Carranza, pues no le querían cumplir su plan que era el Plan de
Ayala. Corre, corre, conejito cuéntales a tus
hermanos -- ¡Ya murió el señor Zapata, el coco de los tiranos!... Montado con garbo en yegua alazana era charro
de admirar; y en el coledero era su mangana la de un jinete
cabal. Toca la charanga un son de los meros
abajeños; rueda un toro por la arena, pues Zapata es de los buenos. Una rana en un charquito cantaba en su
serenata: -- ¿Dónde hubo un charro mejor que mi general Zapata? Con mucho entusiasmo aplaude la gente y hartas
niñas concurrieron, que el jefe Zapata y sus generales dondequiera se
lucieron. Con jaripeo celebraba su victoria en la
refriega, y entre los meros surianos, que es charro, nadie lo
niega. Camino de Huehuetoca preguntaba así un
turpial: -- Caminante, ¿que se hizo del famoso caporal? Nació entre los pobres, vivió entre los
pobres y por ellos combatía. -- No quiero riquezas, yo no quiero
honores. A todos así decía. En la toma de Jojutla dice a un mayor de su
gente: -- ¡Tráete al general García que le entre conmigo al frente! A la sombra de un guayabo cantaban dos
chapulines: -- ¡Ya murió el señor Zapata, terror de los gachupines! Fumando tranquilo se pasea sereno en medio de los
balazos, y grita: -- ¡Muchachos, a esos muertos de hambre hay que
darles sus pambazos! Cuando acaba la refriega perdona a los
prisioneros, a los heridos los cura y a los pobres da dinero. Estrellita que en las noches te prendes de
aquellos picos, ¿Dónde está el jefe Zapata que era azote de los
ricos? -- Cuando yo haya muerto, dice a su
subalterno, les dirás a los muchachos: con l'arma en la mano defiendan
su ejido como deben ser los machos. Dice a su fiel asistente cuando andaba por las
sierras: -- Mientras yo viva, los indios serán dueños de sus
tierras. Amapolita olorosa de las lomas de Guerrero, no
volverás a ver nunca al famoso guerrillero. Con gran pesadumbre le dice a su vieja -- Me
siento muy abatido: pues todos descansan, yo soy peregrino, como pájaro
sin nido. Generales van y vienen dizque para
apaciguarlo; y no pudieron a la buena un plan ponen pa' engañarlo. Canta, canta, gorrioncito, di en tu canción
melodiosa: -- Cayó el general Zapata en forma muy alevosa. Don Pablo González ordena a Guajardo que le
finja un rendimiento, y al jefe Zapata disparan sus armas al llegar al
campamento. Guajardo dice a Zapata: -- Me le rindo con mi
tropa, en Chinameca lo espero, tomaremos una copa. Arroyito revoltoso, ¿Qué te dijo aquel
clavel? -- Dice que no ha muerto el jefe, que Zapata ha de
volver... Abraza Emiliano al felón Guajardo en prueba de su
amistad, sin pensar el pobre, que aquel pretoriano lo iba ya a
sacrificar. Y tranquilo se dirige a la hacienda con su
escolta; los traidores le disparan por la espalda a quemarropa. Jilguerito mañanero de las cumbres
soberano, ¡Mira en qué forma tan triste ultimaron a Emiliano! Cayó del caballo el jefe Zapata y también sus
asistentes. Así en Chinameca perdieron la vida un puñado de
valientes. Señores, ya me despido, que no tengan
novedad. Cual héroe murió Zapata por dar Tierra y Libertad. A la orilla de un camino había una blanca
azucena, a la tumba de Zapata la llevé como una ofrenda...
Despierten ya, mexicanos, los que no han podido ver, que andan derramando sangre por subir a otros al poder. !Pobre nación mexicana! qué mala ha sido tu suerte; tus hijos todavía en la desgracia verte. Mira a mi Patria querida nomás cómo va quedando; que esos hombres más valientes, todos los van traicionando. ¿Dónde está el jefe Zapata? que este machete ya no brilla; ¿dónde está el bravo del Norte, que era don Pancho Villa? Fueron los líderes primeros que empuñaron el acero; hasta subir al poder a don Francisco I. Madero. Yo no he visto candidato que no sea convenenciero; cuando suben al poder no conocen al compañero. Zapata le dijo a Villa: -- Ya perdimos el albur; tú atacarás por el Norte, yo atacaré por el Sur. Ya con esta me despido, porque nosotros nos vamos; aquí termina el corrido, despierten ya, mexicanos.
Ahora vengo a chismearle normalista, unos chismes que en los pasillos recogí, que los bravos y temibles españoles, esta noche se han pelado ya de aquí.
No es posible, normalista, que sea cierto que esta noche se hayan ido a bailar. Si tú sabes que alegres y bailarines con las seños se pusieron a bailar.
Pues ya ves que en esta escuela imperan los alumnos guapachosos. Ellos son re-bailarines en esto de las cumbias y más con las quebraditas.
Me despido, normalista, porque tardes son las horas que marca el reloj, ay' mañana seguiremos con la planeación, no sea que vayan a regresar los normalistas y me pidan que les pase el material pa’ la ocasión.
Mejor guapachoso normalista y no un amargado, un amargado o refunfuñón docente. Guapachoso normalista aunque al mundo no le cuadre y aunque normalistas pero re-bailarines.
La globera En un chevy blanco, Abigail iba pa’ la normal, con su contrabando. Se metió al negocio, a muy temprana edad. Todo era complicado pues la beca le habían negado, y ella no quería batallar. A su mamá le dijo, pobre no quiero ser más. Empezó a armar globos, como a los 15 años. Los arcos sus más grandes aliados se volvieron. Cuando llego a la normal, el portero le aviso ya sabemos de la carga, alguien nos aviso. Ya se te acabo el negocio, porque no vas a pasar. Abigail le contesto, aquí nos arreglamos te suelto una feria como las de prepa. Sin pensarlo más, el guardia lo acepto yéndose caminando, Hasta que Vicente lo atrapo Vicente le dijo: ¿cómo es que dejaste que pasara? Ella es la más grande globera No pude hacer nada, mi familia de hambre se está muriendo. Ese no es mi problema, a Abigail la tiene que detener Tanta fue la presión de Vicente que el guardia se echo a correr Dejando a su suerte a toda la ENSEM. Abigail había triunfado pues su negocio seguía prosperando Nadie la podía detener. Esa misma tarde, llego su querer diciéndole: vámonos de aquí vieja, que ya nos cacharon la justicia te esta rondando. Eso no puede ser posible, Yo le di dinero al portero Para que se callara…. Pues tu mordida no le basto, el ya fue de rajón Tenemos que hacer algo, aquí los globos se consumen al por mayor No podemos dejar el negocio Ya no hay nada que hacer, mejor nos retiramos Antes de que el guardia nos meta en el cajón. Hasta aquí se termina la historia, de una gran globera Que por su mala suerte dejo de negociar.
Por: Yessica Yarinzy Albarrán Ramírez Luz Elena Garduño Garduño Abigail Juárez Sierra Britzell Yoali Resendiz Pérez
En tiempos de guerrillas El tiempo de valientes Gritaban siga el fuego no paren ni un segundo Retaban los valientes, peleaban en palenques… tenían que ganar.
Se bien que no te rajas se nota a todas armas que tú quieres ganar.
Arriba mis soldados, arriba y a pelear Cultura mexicana que no hay que dejar
Pues somos muy valientes y aquí hay que ganar Somos revolucionarios caudillos bien armados
Mujeres soldaderas arriba viva el fuego Que nos quieren ganar
Preparen carabinas, manténgase alertas Que hay viene el rival Rieleros todos listos dispuestos a rifar
Arriba de caballos contra americanos Con pies campesinos, soldados arrieros
Todos bien mexicanos, con sus armas... A los nuestros los mataban Mil guerrilleros tan solo derrotados hasta el fin de la revolución.
*Elaborado por:
Vanessa Marcelino Isabel Cristina Lorena Padilla Fernández María del Carmen Yeudiel Peña
Aquella niña enamorada. Popular entre la tropa era la niñita la mujer que él idolatraba y además de ser valiente era bonita que hasta él la respetaba. Y se oía, que decía, aquel que tanto la quería:
Y si aquella fuera mi novia y si ella fuera mi mujer le compraría un vestido para llevarla a bailar con aquel. Si mi niñita estuviera con otro La tendría que olvidarla Si la vida por ella yo daba Sin que ella pudiera olvidar Y después que terminó la batalla y la tropa regresó con su armamento por la vez de una mujer que cantoneaba el canto se oyó en el campamento. Y al oírla el sargento tembloroso de enamorar para siempre su enamorada escondiendo su pudor bajo la ventana a su amada le cantó de esta manera… Y se oía que decía aquel que tanto me quería … Y si acaso yo muero en la guerra, y mi cadáver lo van a encapsular, ¡Oh, niñita por Dios te lo ruego, que por mí no vayas a llorar!.
LAS DOS MUCHACHAS. Diana y Rosa salieron de la ENSEM a las 3 o 5 de la tarde. Las muchachas cansadas llevaban Un montón de tarea a su casa. Pero las dos se fueron de pinta Pa’ poder divertirse un rato Sin contar con que a Diana en su casa la esperaba su mamá y su gato. Y la Rosa nunca imaginó, que ese día Roberto decidiera ir a verla y declarar su amor y hasta casorio le propusiera. Mientras ellas felices andaban en sus casas todos esperan.
Diana dijo: tenias razón sin permiso no siempre es tan malo lo importante es la diversión y que siga la fiesta sin descanso no quiero amargarme tan joven mi futuro aun es muy amplio.
Siguieron hasta el amanecer muy felices las dos ya andaban sus familias en cambio gritando Rosa y Diana!! ¿Dónde andan muchachas? Las esperamos y queremos rete arto, ya no tarden y vuelvan sanas.
Tres días mas tarde aparecieron apenadas y sin decir nada pidieron perdon a sus papacitos por todas las angustias pasadadas pero se quedaron solititas, pues ni el gato ni el novio… Las esperaban.
Realizado por: Sandra Gallo Oro Karla María Duran Nava Diana de Jesús Elena Lugo Pastrana
SALUDOS, ESPERO SE ENCUENTREN BIEN.....
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIR SUS PENSAMIENTOS EN ESTE BLOG
PORQUE USTEDES SON UN CRISOL DE POSIBILIDADES EDUCATIVAS
"MI REVOLUCIÓN"
EliminarDespierten ya, mexicanos,
los que no han podido ver,
que andan derramando sangre
por subir a otros al poder.
!Pobre nación mexicana!
qué mala ha sido tu suerte;
tus hijos todavía en la desgracia verte.
Mira a mi Patria querida
nomás cómo va quedando;
que esos hombres más valientes,
todos los van traicionando.
¿Dónde está el jefe Zapata?
que este machete ya no brilla;
¿dónde está el bravo del Norte,
que era don Pancho Villa?
Fueron los líderes primeros
que empuñaron el acero;
hasta subir al poder
a don Francisco I. Madero.
Yo no he visto candidato
que no sea convenenciero;
cuando suben al poder
no conocen al compañero.
Zapata le dijo a Villa:
-- Ya perdimos el albur;
tú atacarás por el Norte,
yo atacaré por el Sur.
Ya con esta me despido,
porque nosotros nos vamos;
aquí termina el corrido,
despierten ya, mexicanos.
ELABORADO POR:
JOSUÉ REYES TAPIA
CÉSAR GALLO GUZMÁN
DIONEY GONZÁLEZ ROJAS
El corrido de los guapachosos
ResponderEliminarAhora vengo a chismearle normalista,
unos chismes que en los pasillos recogí,
que los bravos y temibles españoles,
esta noche se han pelado ya de aquí.
No es posible, normalista, que sea cierto
que esta noche se hayan ido a bailar.
Si tú sabes que alegres y bailarines
con las seños se pusieron a bailar.
Pues ya ves que en esta escuela imperan
los alumnos guapachosos.
Ellos son re-bailarines en esto de las cumbias
y más con las quebraditas.
Me despido, normalista, porque tardes son las horas
que marca el reloj, ay' mañana seguiremos con la planeación,
no sea que vayan a regresar los normalistas
y me pidan que les pase el material pa’ la ocasión.
Mejor guapachoso normalista y no un amargado,
un amargado o refunfuñón docente.
Guapachoso normalista aunque al mundo no le cuadre
y aunque normalistas pero re-bailarines.
Por: Ivonne Flores Álvarez
Maritza Arzate Colín
K. Vanessa Velázquez Rodríguez
Maleni Rebollar Avilés
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCorrido de la Revolución Mexicana
ResponderEliminarEn mil novecientos once
antes del año nuevo
el general Emiliano
lanzó el plan de libertad.
Fue en la Villa de Ayala
que el ejército del sur
puso en letra y en papeles
lo que en su mente planto.
Porque Francisco Madero
por la libertad lucho,
que con cañones y sangre
el pueblo se conquistó.
Por esa conquista
El pueblo los recuerda hoy
por su gran victoria
y valentía al luchar.
Aquí vienen los hijos con sus fusiles
todos tan varoniles
Porque para ellos la reelección
es pura ambición.
La palabra de Emiliano
dice que ahora si nos den
toda la tierra y el agua
que usurpó tanto ladrón.
Que vivan todos los pueblos
con esta revolución
y que muera el rico
y el patrón de hoy.
Por: Valeria Corral Cantinca
La globera
ResponderEliminarEn un chevy blanco, Abigail iba pa’ la normal, con su contrabando.
Se metió al negocio, a muy temprana edad.
Todo era complicado pues la beca le habían negado, y ella no quería batallar.
A su mamá le dijo, pobre no quiero ser más.
Empezó a armar globos, como a los 15 años.
Los arcos sus más grandes aliados se volvieron.
Cuando llego a la normal, el portero le aviso ya sabemos de la carga, alguien nos aviso.
Ya se te acabo el negocio, porque no vas a pasar.
Abigail le contesto, aquí nos arreglamos te suelto una feria como las de prepa.
Sin pensarlo más, el guardia lo acepto yéndose caminando,
Hasta que Vicente lo atrapo
Vicente le dijo: ¿cómo es que dejaste que pasara?
Ella es la más grande globera
No pude hacer nada, mi familia de hambre se está muriendo.
Ese no es mi problema, a Abigail la tiene que detener
Tanta fue la presión de Vicente que el guardia se echo a correr
Dejando a su suerte a toda la ENSEM.
Abigail había triunfado pues su negocio seguía prosperando
Nadie la podía detener.
Esa misma tarde, llego su querer diciéndole:
vámonos de aquí vieja, que ya nos cacharon
la justicia te esta rondando.
Eso no puede ser posible,
Yo le di dinero al portero
Para que se callara….
Pues tu mordida no le basto, el ya fue de rajón
Tenemos que hacer algo, aquí los globos se consumen al por mayor
No podemos dejar el negocio
Ya no hay nada que hacer, mejor nos retiramos
Antes de que el guardia nos meta en el cajón.
Hasta aquí se termina la historia, de una gran globera
Que por su mala suerte dejo de negociar.
Por: Yessica Yarinzy Albarrán Ramírez
Luz Elena Garduño Garduño
Abigail Juárez Sierra
Britzell Yoali Resendiz Pérez
<>
ResponderEliminarEn tiempos de guerrillas
El tiempo de valientes
Gritaban siga el fuego
no paren ni un segundo
Retaban los valientes,
peleaban en palenques…
tenían que ganar.
Se bien que no te rajas
se nota a todas armas
que tú quieres ganar.
Arriba mis soldados,
arriba y a pelear
Cultura mexicana
que no hay que dejar
Pues somos muy valientes
y aquí hay que ganar
Somos revolucionarios
caudillos bien armados
Mujeres soldaderas
arriba viva el fuego
Que nos quieren ganar
Preparen carabinas,
manténgase alertas
Que hay viene el rival
Rieleros todos listos
dispuestos a rifar
Arriba de caballos
contra americanos
Con pies campesinos,
soldados arrieros
Todos bien mexicanos,
con sus armas...
A los nuestros los mataban
Mil guerrilleros
tan solo derrotados
hasta el fin de la revolución.
*Elaborado por:
Vanessa Marcelino Isabel
Cristina Lorena Padilla Fernández
María del Carmen Yeudiel Peña
Aquella niña enamorada.
ResponderEliminarPopular entre la tropa era la niñita
la mujer que él idolatraba
y además de ser valiente era bonita
que hasta él la respetaba.
Y se oía, que decía, aquel que tanto la quería:
Y si aquella fuera mi novia
y si ella fuera mi mujer
le compraría un vestido
para llevarla a bailar con aquel.
Si mi niñita estuviera con otro
La tendría que olvidarla
Si la vida por ella yo daba
Sin que ella pudiera olvidar
Y después que terminó la batalla
y la tropa regresó con su armamento
por la vez de una mujer que cantoneaba
el canto se oyó en el campamento.
Y al oírla el sargento tembloroso
de enamorar para siempre su enamorada
escondiendo su pudor bajo la ventana
a su amada le cantó de esta manera…
Y se oía que decía
aquel que tanto me quería …
Y si acaso yo muero en la guerra,
y mi cadáver lo van a encapsular,
¡Oh, niñita por Dios te lo ruego,
que por mí no vayas a llorar!.
Elaborado por:
-Rosa María Flores Peña
-Arizahi Reyes Hernández
-Tanairy Pérez Bautista
LAS DOS MUCHACHAS.
ResponderEliminarDiana y Rosa salieron de la ENSEM
a las 3 o 5 de la tarde.
Las muchachas cansadas llevaban
Un montón de tarea a su casa.
Pero las dos se fueron de pinta
Pa’ poder divertirse un rato
Sin contar con que a Diana en su casa
la esperaba su mamá y su gato.
Y la Rosa nunca imaginó,
que ese día Roberto decidiera
ir a verla y declarar su amor
y hasta casorio le propusiera.
Mientras ellas felices andaban
en sus casas todos esperan.
Diana dijo: tenias razón
sin permiso no siempre es tan malo
lo importante es la diversión
y que siga la fiesta sin descanso
no quiero amargarme tan joven
mi futuro aun es muy amplio.
Siguieron hasta el amanecer
muy felices las dos ya andaban
sus familias en cambio gritando
Rosa y Diana!! ¿Dónde andan muchachas?
Las esperamos y queremos rete arto,
ya no tarden y vuelvan sanas.
Tres días mas tarde aparecieron
apenadas y sin decir nada
pidieron perdon a sus papacitos
por todas las angustias pasadadas
pero se quedaron solititas,
pues ni el gato ni el novio… Las esperaban.
Realizado por:
Sandra Gallo Oro
Karla María Duran Nava
Diana de Jesús Elena Lugo Pastrana